Si yo tuviera 18 años y pudiera votar, lo primero que haría sería leerme todos los programas electorales de los partidos, cosa que he hecho igualmente porque me interesa. Lo segundo sería informarme bien de qué propone cada uno, pero sabiendo que hay fuentes falsas y muchos bulos circulando por Internet. Iria a escucharles en persona si es posible, a oirles hablar, escuchar sus propuestas. Pero lo que haría seguro es votar, porque sé que como ciudadanos tenemos el deber, o la responsabilidad de participar en la democracia, de crear dicha democracia y cuidarla, ya que tanto nos ha costado conseguirla.
Personalmente, yo votaría a algún partido que velara por los intereses del pueblo, que buscara la solidaridad, que no antepusiera los intereses económicos a los de las personas, que fuese ético, feminista, que creyese en la igualdad, que asegurara que todas las personas van a poder tener derecho a la sanidad y a la educación, que no violara los derechos de ningun colectivo, ni de ninguna raza o color.
¿Es posible estar totalmente de acuerdo con un partido? No lo creo, pero muchas veces hay que visualizarlo de un modo más amplio, sabiendo que votar con sentido común es la única forma de participar en la democracia y de evitar que asciendan al poder partidos extremistas y con falta de valores éticos.
Siempre ha sido más facil mover masas que personas críticas. Es decir, ciertos partidos populistas tratan a las personas como si fueran rebaños de ovejas, diciéndoles justo lo que quieren oir, prometiendo cosas que luego no van a cumplir, haciéndoles sentir parte de un movimiento nuevo, de un movimiento distinto a los demás, haciéndoles sentir especiales y superiores a los demás por el hecho de ser españoles, haciéndoles creer que por ese mismo hecho tienen más derecho que el resto de personas, con adornos y símbolos, con banderas y meras palabras sin contenido atraen a las personas que no son críticas, que no se paran a pensar un momento a la hora de tomar una decisión tan importante como es votar, ya que se creen, o se quieren creer aquello que se les cuenta.
Este hecho se ha repetido durante toda la historia, solo que yo creo que hoy en día la población tiene aún menos capacidad crítica que antes. Me explico, en el pasado los partidos radicales surgían debido a crisis económicas, inestabilidad política, miedo a extremos; y hoy en día es verdad que económicamente no estamos muy bien, al igual que políticamente, pero se une el factor de que los jóvenes se dejan llevar por exaltaciones símbolicas y las ganas de sentirse unidos a un nuevo movimiento, aún sabiendo la repercusión que los extremos han tenido en la historia y lo que estos han conllevado, así que esto tiene más delito todavía.
Cada uno es libre de votar lo que quiera, pero esta libertad debería estar también marcada por una responsabilidad social, de una conciencia por parte de jóvenes y mayores, porque si bien es verdad que todos tenemos derecho a participar en la democracia, es más, debemos hacerlo, tambien es verdad que para participar en ella tendremos que tener en cuenta que tomando ciertas decisiones podemos también romperla.
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