domingo, 23 de diciembre de 2018
Viaje Alemania
Este viaje a Alemania me ha gustado mucho, ha servido para romper varios prejuicios que teníamos de los alemanes. Antes de ir creíamos que eran todos muy fríos y secos, que eran muy ordenados y estudiaban mucho, que apenas salían de fiesta, que no hacían mas que beber cervezas y comer salchichas y que eran todos rubios y con la piel blanca. Después de esta experiencia nos ha quedado claro que todos estos estereotipos son falsos, ya que sí que salen de fiesta, son cercanos y agradables, estudian, pero no excesivamente, y no todos son rubios. Ellos también tenían prejuicios de nosotros ya que lo comprobamos en una videollamada que realizamos en los días previos al viaje.
El campo de concentración de Ulm fue una de las visitas que más me impresionó y me interesó. Siempre he oído hablar de la barbarie que supuso el exterminio nazi, pero nunca había visitado un campo de concentración. Es esencial que la gente visite estos sitios para tomar consciencia y para no olvidar lo que pasó, para no olvidar a cada una de las personas que murieron por ser o por pensar distinto, para que la gente no se lo tome a risa. Me parece que esta visita esta muy ligada a nuestro proyecto de patrimonio cultural, y al ámbito de la democracia, ya que no podemos votar a partidos que nos quiten nuestras libertades y que opriman al pueblo. Hitler fue elegido democráticamente y eso nos hace pensar en que mundo vivimos en el que puedan existir personas que voten a estos partidos sabiendo lo que suponen. Esto me hace preguntarme: ¿Deberíamos prohibir ciertos partidos?, ¿sería la prohibición de estos partidos un atentado a la libertad de expresión?, o ¿sería quizás una salvación de la libertad de expresión de millones de personas, incluso de la humanidad?. Tras mucho reflexionar he llegado a la conclusión de que prohibir ciertos partidos, como vox aquí en España,no sería la solución, ya que eso les daría incluso más fuerza a la hora de victimizarse como oprimidos. Lo que hay que hacer es educar, concienciar e intentar transmitir valores a los demás. Es la única solución. La educación, las palabras, siempre han sido la base de toda revolución, siempre han sido la guía del pueblo a la hora de defender la democracia, de luchar en las calles por sus derechos y libertades, de votar a partidos que no opriman ningún pensamiento, que no censuren ninguna raza ni orientación sexual, que defiendan la igualdad. Siempre que quede la educación y personas dispuestas a dialogar, entender, reflexionar y luchar no solo por sus libertades, sino por las de todas las futuras generaciones, quedará esperanza.
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Excelentes reflexiones, Manu. Felicitaciones y saludos desde Chile :)
ResponderEliminarMuchas gracias Tomás, un saludo!
EliminarManu, qué bien expresado! Felicidades!👍😊
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